El divulgador científico y economista Eduard Punset,
sintetiza las claves del optimismo en
tres puntos fundamentales que, según él, atraen la verdadera felicidad. Estos
son: la esperanza de vida, la medicina personalizada y el conocimiento de las
emociones.
Sin embargo, estas son las claves de un optimismo que, en
una situación crítica, se puede desmoronar ante
la voluntad y la salud mental debilitada de cualquier persona. Si esto
es así, ¿quedan pocas esperanzas para ser feliz a pesar de todo? De ninguna
manera, si te atreves a conocer y poner en práctica las claves del optimismo
inteligente, la felicidad aparecerá.
“Un optimista ve una oportunidad en toda calamidad, un pesimista ve una calamidad en toda oportunidad.”
-Winston Churchill-
Pero,
¿qué es eso de optimismo inteligente?
No son pocas las personas que aún piensan que el
optimismo está vinculado a la ignorancia o a “la negación de la realidad”,
mientras que el pesimismo se relaciona con la “iluminación mental”.
Estas afirmaciones sostienen un tipo de optimismo que se centra en ser
feliz por ser feliz, cerrando los ojos ante la realidad con el propósito de no
ser dañado.
De esta clase de optimismo se puede asegurar que están
los gabinetes psicológicos repletos, de personas que, desconociendo su entorno
y a sí mismas, en una mala época descubren que se han estado engañando durante
años y que, para su sorpresa, ni ellas mismas ni sus seres cercanos o situación
social y económica eran lo que se pensaban.
Esto no tiene nada que ver con el verdadero optimismo. El
optimismo inteligente surge a partir de la denominada psicología positiva, una
tendencia muy actual que ha encontrado un enfoque diferente en el tratamiento
psicológico, centrando sus esfuerzos en el estudio de los elementos de la salud
mental en vez de concentrarse en la enfermedad, como ha sido común en
psicología.
Así, el optimismo inteligente es mirar más allá de lo
negativo y poder convertir la situación que se nos presenta en una posibilidad
para avanzar. Ser optimistas de manera inteligente significa que nos centramos
en las soluciones en lugar de las dificultades y no, no es pasar de lo
negativo, sino utilizarlo para crecer.
María Dolores Avia, Catedrática de Psicología de la
Personalidad de la Universidad Complutense de Madrid y escritora del libro
“Optimismo Inteligente”, ha sentado precedente sobre su importancia en el
desarrollo del individuo.
Cuatro mandamientos para que seas feliz a pesar de todo
Podemos ser felices a pesar de las circunstancias que nos
rodean, pero para ello lo más importante es querer serlo y empezar a cultivar
esa actitud. Estos consejos te ayudaran:
Abre los ojos. Todos recordamos la famosa película
homónima que retrataba una autoimagen distorsionada así como una imagen
subjetiva con respecto al entorno. Justamente esto es lo que quién practique el
optimismo inteligente debe evitar: mantener sus ojos cerrados a la propia
realidad y a lo que ocurre alrededor. Los prejuicios, el miedo y el
acomodamiento son los peores enemigos del autoconocimiento.
Alimenta la mente y el cuerpo. No se puede ser feliz a
pesar de todo si pesa más la apatía, el carácter autodestructivo (rencor,
nostalgia, culpa, melancolía…) y la desesperanza. No hay una fe mayor que la
que procede de la fuerza de voluntad de alcanzar un objetivo. Si alimentas la
mente y el cuerpo con nuevos objetivos, nunca dejarás de ser optimista.
“Cultiva los pequeños placeres”. Directamente desde la
película de Jean Pierre Jeunet y Marc Caro, Amelie, esta frase es la síntesis
del optimismo inteligente. En ocasiones, estamos tan ocupados con llevar a cabo
grandes empresas que nos olvidamos de ese día a día, de esos pequeños placeres
cotidianos que realmente dan sentido a nuestra vida entera.
Lucha. Frases como “yo ya lo he hecho”, “ya soy demasiado
mayor” no sirven. La vida es luchar y, curiosamente, la misma batalla, querer
crecer, aprender, crear y derribar muros son una garantía contra la enfermedad.
¡Mientras estés vivo, siéntete vivo!
Fuente: el post completo y original lo puedes consultar en lamenteesmaravillosa
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