lunes, 19 de septiembre de 2016

Cómo entrenar a tu cerebro para combatir el estrés

Escrito por Sarah Romero
Un grupo de investigadores israelíes ha creado un instrumento que permite la autorregulación de la actividad de la amígdala de una forma sencilla.

Cierto es que existen formas de entrenar nuestro cerebro para gestionar mejor el estrés y otro tipo de respuestas emocionales, pero tales técnicas no funcionan para todo el mundo y no siempre son muy accesibles. Ahora, un nuevo estudio llevado a cabo por científicos de la Universidad de Tel Aviv (Israel) ha revelado una herramienta que podría permitir la autorregulación de la actividad cerebral a un público más amplio.
Los investigadores pusieron a prueba el instrumento con 42 individuos adultos sanos. Se les enseñó a modificar su actividad de la amígdala mediante la reducción de una señal de retroalimentación auditiva asociada a ella, que condujo a una disminución de la actividad eléctrica de la amígdala.

Monitorear la amígdala es difícil y costoso; con esta nueva herramienta desaparecen ambos problemas

La herramienta de imagen proporciona información precisa sobre la actividad eléctrica en la amígdala del cerebro, la región que regula las respuestas emocionales, como el miedo y el estrés. Utilizando el nuevo método, los expertos descubrieron que los participantes fueron capaces de reducir la actividad de la amígdala y con ello, tener un mejor control de las respuestas emocionales como el citado estrés.


Esta herramienta de imágenes de bajo costo que utiliza la electroencefalografía para mostrar claramente la actividad de la amígdala es, a diferencia de la resonancia magnética funcional, mucho más accesible y mucho menos costosa.

“El principal avance de esta nueva herramienta es la posibilidad de utilizar un método de bajo costo de formación de imágenes accesibles tales como EEG (electroencefalograma) para describir la actividad cerebral”, explican los autores del trabajo.

Los investigadores afirman que su nueva herramienta de imágenes cerebrales necesita aún probarse en personas que hayan sufrido traumas en la vida real, con el fin de determinar la forma en que podría ayudar a las personas a lidiar con sus emociones.

El estudio ha sido publicado en la revista Biological Psychiatry. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario