Escrito por Sarah Romero
Un grupo de investigadores israelíes
ha creado un instrumento que permite la autorregulación de la actividad de la
amígdala de una forma sencilla.
Cierto es que existen formas
de entrenar nuestro cerebro para gestionar mejor el estrés y otro tipo de
respuestas emocionales, pero tales técnicas no funcionan para todo el mundo y
no siempre son muy accesibles. Ahora, un nuevo estudio llevado a cabo por
científicos de la Universidad de Tel Aviv (Israel) ha revelado una herramienta
que podría permitir la autorregulación de la actividad cerebral a un público
más amplio.
Los investigadores pusieron
a prueba el instrumento con 42 individuos adultos sanos. Se les enseñó a
modificar su actividad de la amígdala mediante la reducción de una señal de
retroalimentación auditiva asociada a ella, que condujo a una disminución de la
actividad eléctrica de la amígdala.
Monitorear la amígdala es
difícil y costoso; con esta nueva herramienta desaparecen ambos problemas
La herramienta de imagen
proporciona información precisa sobre la actividad eléctrica en la amígdala del
cerebro, la región que regula las respuestas emocionales, como el miedo y el
estrés. Utilizando el nuevo método, los expertos descubrieron que los
participantes fueron capaces de reducir la actividad de la amígdala y con ello,
tener un mejor control de las respuestas emocionales como el citado estrés.
Esta herramienta de imágenes
de bajo costo que utiliza la electroencefalografía para mostrar claramente la
actividad de la amígdala es, a diferencia de la resonancia magnética funcional,
mucho más accesible y mucho menos costosa.
“El principal avance de esta
nueva herramienta es la posibilidad de utilizar un método de bajo costo de formación
de imágenes accesibles tales como EEG (electroencefalograma) para describir la
actividad cerebral”, explican los autores del trabajo.
Los investigadores afirman
que su nueva herramienta de imágenes cerebrales necesita aún probarse en
personas que hayan sufrido traumas en la vida real, con el fin de determinar la
forma en que podría ayudar a las personas a lidiar con sus emociones.
El estudio ha sido publicado
en la revista Biological Psychiatry.
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