El
amor no es sacrificio ni es sufrimiento. Darlo todo para tener una relación
llena de amor no vale la pena si se sufre. Por eso, la escritora Karla Galleta
cuenta su experiencia en una carta para dejar de aferrarse a una relación que
duele más de lo que vale.
“El
amor es algo tan simple, pero también muy complejo. Es algo que nos puede hacer
muy felices, pero indudablemente, también nos puede hacer sufrir.
Y
es que hay relaciones tan poco saludables que nos causan más tristeza,
decepciones y dolor que alegría y satisfacción. Sin embargo, por alguna razón
que ni nosotros sabemos, nos aferramos en mantenerla. Nos empeñamos una y otra
vez en volver a intentarlo, nos agarramos de palabras y actitudes que no tienen
nada que ver con la realidad, mucho menos, con la persona que amamos.
Terminamos tan confundidos y perdidos en la irrealidad, en esa sensación entre
el amor que desearíamos tener y el que realmente estamos viviendo que no
sabemos ni qué hacer.
No,
no está mal querer a alguien con todo tu corazón, ni luchar por ese amor y
empeñarse en que las cosas funcionen. Lo que no está bien, es no que no exista
reciprocidad, sentirte mal al no ser correspondido, y sobre todo, quedarte ahí
para ver si esa persona, en algún momento, decide cambiar de opinión y de la
nada, como por arte de magia, decide amarte tanto como tú la amas.
Es
verdad que quien no arriesga, no gana, pero a veces apostar todo por una
relación complicada, definitivamente, no vale la pena. Eso de dar todo sin
esperar nada a cambio, me parece una teoría un tanto conformista, porque aunque
luches por ese amor que sientes y la otra parte no contribuye, terminará
enfriándose. Además, si esa persona te amara de verdad, no dudaría en
demostrártelo, por lo tanto, no tendrías porque luchar.
Quizá
hubo un momento en que esa persona sí te amaba, pero algo pasó en el camino, en
algún punto ese hilo que los unía se rompió, se escapó la magia. Y eso no lo
hace mala persona, ni culpable. Simplemente el amor se terminó.
Por
otro lado, hay personas que definitivamente, no valen la pena, mucho menos tu
amor y tu tiempo, como esos que en los que uno de los dos vive desilusionado
porque la otra persona no llena sus expectativas, o los que viven más en el
pasado que en el presente llenos de resentimientos por asuntos no resueltos.
También hay personas tan inseguras que necesitan afirmación constante para que
les demuestren que los aman y comienzan a tratar de manipularte para sentirse
seguros. Y están las personas frustradas que, al sentirse insatisfechas con su
vida, intentan controlar la felicidad de su pareja al punto de que se pierda la
libertad. Y sin dejar de mencionar a las personas infieles, esas que no saben
apreciar el cariño y la confianza aunque los amen de verdad.
Amar
de verdad nos llena de fuerza y ánimo para luchar, pero es decepcionante darnos
cuenta que no hay reciprocidad, que esa persona no está dispuesta a intentarlo
verdaderamente, que no cambiará sus actitudes y no cumplirá lo que promete.
Entonces, inevitablemente, surge esa pregunta a la que tanto tememos, pero es
necesaria porque proviene desde el fondo de nuestra alma y exige respuesta:
¿Merece la pena continuar? ¿De verdad, vale la pena insistir?
Es
una respuesta en la que sin duda, tendrás que mirar dentro de ti, y tendrás que
primeramente aprender a respetarte, valorarte, y sobre todo, amarte, porque de
no ser así, nadie más lo hará. Si logras ver todo lo bueno que hay en ti y
decides reconquistarte y luchar antes que nada por ti mismo, indudablemente,
encontrarás una salida que te llevará a la respuesta correcta.
Si
esa persona merece el intento, estarás listo para exigir lo que quieres de esa
relación, haciéndole ver a esa persona que mereces ser amada y valorada. Y sí
esa persona de verdad te ama, sin duda estará dispuesta a darte lo que mereces.
Y
si ese amor no merece intentar salvar la relación, estarás lista para abrir las
manos y soltar esa relación que hasta el momento no te ha traído nada bueno,
sólo angustia y desesperación por tanta indecisión, incertidumbre e
incoherencia.
Sé
que es muy difícil dejar ir a quien se ama demasiado, sobre todo, cuando se
construyen ilusiones sobre algo que nunca fue. Pero debes aceptarlo, ser fuerte
y comprender que a veces, es mejor retirarse oportunamente que seguir perdiendo
el tiempo donde no te quieren ni te necesitan. Vales mucho como para quedarte
esperando a ver a qué horas te llaman, o ver que si te busca o está contigo es
sólo por no sentirse solo o porque necesita con quien pasar el rato, no porque
te ame de verdad.
Nadie
merece migajas amor, mucho menos sufrir por alguien que no te valora.
Lamentablemente se tiene que pasar por esto para darte cuenta de ello, pero no
es en vano, es una lección más de vida y una oportunidad para fortalecer el
amor hacia ti misma. Es hora de dejar atrás todas las lágrimas que has derramado
y aunque nadie asegura que el camino será fácil, que ya no habrá más piedras
con las que tropezar una vez más, nunca olvides que mereces la felicidad.
No
malgastes tu tiempo y tu vida insistiendo en una relación que no te hace
crecer, que no te hace una persona más entera y más consciente. No permitas que
nadie borre la sonrisa de tu cara, porque ahora es el momento de vivir la vida,
segundo a segundo, sin detenerte a pensar qué pasará después.
Nunca
olvides que más que la pena, mereces la felicidad y que la única forma de amar
sanamente, es desde la libertad”.
Para
superar esta etapa no es fácil porque se tendrá muchos sentimientos
encontrados. Para aliviar ese dolor, es necesario seguir estos consejos:
1.
Habla con esa persona y aclara que todo se termino
Se
explicito por las razones de por qué no quieres tener a tu lado a esa persona y
que dudas del amor que te tiene. Mayormente, las parejas que terminan y
regresan es porque desean revivir los mejores momentos de la relación, pero
solo encuentran sufrimiento al ver que nada es igual y un gran engaño a sí
mismos al reconocer que desean sentirse de nuevo enamorados.
2.
Devolverle sus cosas
Es
un importante paso para continuar con la vida de soltero. No mantengas las
cosas de él en tu cuarto. Crea espacios que sean solo para ti y no sobre tu
pasado. Incluso, debes de eliminar todas sus fotos y cartas.
3.
Recordar porqué sufrias tanto
Se
debe reflexionar sobre lo que no te gustó de la relación y de esa persona.
Piensa qué errores tuviste para elegir a la persona menos adecuada para ti. Con
ese saber, di lo que en verdad necesitas
para mantener una vida feliz sin importar encontrar a alguien nuevo a quien amar
o estando sola.
Si has pasado por esta situación, ¿cómo lo has solucionado?
Fuente: el post completo y original lo puedes consultar en wapa
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