Escrito por Sarah Romero
El estudio ha sido realizado
por especialistas en comportamiento de animales.
Los gatos domésticos son
cada vez más sociales pero, aún así, siguen comportándose de forma muy autónoma
con respecto a los humanos con los que conviven, al contrario de lo que sucede
con los perros, fieles compañeros desde siempre. ¿Por qué motivo sucede esto?
Un equipo de expertos en
veterinaria conductual de la Escuela de Ciencias de la Vida de la Universidad
de Lincoln (Reino Unido) ha realizado un estudio cuya conclusión determina que
la relación entre los seres humanos y los felinos en cuanto a términos de
protección y seguridad, difiere entre lo que sienten los perros y los gatos.
Así, mientras que los perros perciben a sus dueños como parte de un entorno en
el que sentirse seguros, los gatos, al contrario, no sienten este refugio
protector, causa por la que son mucho más independientes. A un gato puede
satisfacerle interactuar con su dueño pero no depende de él para sentirse
seguro en el entorno que sea, lo que concuerca con el carácter independiente y
solitario de esta especie.
Para el experimento, los
investigadores adaptaron con celo la prueba Ainsworth Strange Situation (SST),
utilizada para demostrar que el vínculo entre los niños pequeños o los perros
con su cuidador primario puede ser categorizado como un “apego o entorno
seguro” de cara a situaciones o entornos amenazantes/desconocidos y lo
trasladaron a un grupo de gatos y sus respectivos dueños. El experimento evaluó
la cantidad de contactos que buscaba el felino, su comportamiento pasivo y
signos de sufrimiento provocados por la ausencia del dueño.
Los resultados revelaron que
“a pesar de que nuestros gatos eran más vocales con el dueño que con el extraño
al dejarles con la otra persona, no vimos ninguna evidencia adicional que
sugiera que la unión entre un gato y su dueño era la de un apego seguro”,
explica Daniel Mills, líder del estudio.
“El gato doméstico ha
superado recientemente al perro como animal de compañía más popular de Europa,
ya que muchos ven al gato como mascota ideal para los propietarios que trabajan
largas horas. Investigaciones anteriores han sugerido que algunos gatos
muestran signos de ansiedad por la separación cuando se quedan solos, de la
misma manera que lo hacen los perros, pero los resultados de nuestro estudio
muestran que en realidad son mucho más independientes que los compañeros
caninos. Parece que lo que interpretamos como ansiedad de separación en
realidad podría ser signos de frustración”, aclara Mills. El estudio ha sido publicado
en la revista PloS One.
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