No, no estás loco. Hablar solo no solo es síntoma de
buena salud sino también de que tu cerebro está funcionando mejor.
Es posible que alguna vez que nos hayamos descubierto
hablando con nosotros mismos nos hayamos dicho “estoy hablando solo, me estoy volviendo loco”.
Nada más lejos de la realidad. Según una investigación publicada en la revista
Quarterly Journal of Experimental Psychology, hablar con uno mismo beneficia el
pensamiento y la percepción y aumenta nuestra
capacidad intelectual.
Los expertos concluyeron en un experimento con 20
voluntarios que este acto verbal mejora la atención y nos mantiene concentrados
a la vez que reduce las distracciones. También nos ayuda a ser más decisivos y
a controlar pensamientos y reacciones cognitivas y emocionales, lo que en
definitiva, nos sigue ayudando a seguir en foco.
Hablar con uno mismo nos puede ayudar a mejorar el aprendizaje, a aumentar la concentración y acrecentar el rendimiento
Según el presidente de la Asociación Médica de Jamaica,
Aggrey Irons, quien estuvo de acuerdo con el estudio, “en la práctica lo que
hace es añadir otra información sensorial que el cerebro procesa y la incorpora
a lo que ya existe”.
Ventajas de hablar
solo
*Es una gran herramienta de automotivación y ayuda a
aumentar la autoestima.
*Puedes convertirte en tu fan número 1. Conocer tus
propias fortalezas y debilidades y complementarlas para mejorar.
*Cuando algo parece imposible, podemos decirnos
repetidamente que sí podemos.
*Cuando nos sintamos deprimidos o tristes, lo mejor es
tener una charla con uno mismo.
*Establecer metas y decirnos que efectivamente las
lograremos.
*Hablar en alto sobre un problema nos dará una rápida
solución.
*Es muy bueno para la mejora de la memoria.
*La lectura en voz alta ayuda con la pronunciación y
articulación adecuadas; ayuda a darnos cuenta de nuestros errores mucho más
rápido.
Vivamos solos o con más personas, lo cierto es que
siempre estaremos viviendo con nosotros mismos, por lo que no tenemos por qué
quedarnos fuera de la ecuación. Podemos conversar o comunicarnos con respeto
con nosotros mismos. Y no, no es ningún síntoma de locura (a no ser que estemos
respondiendo a voces en nuestra cabeza, claro). Es un síntoma de buena salud.
Fuente: el post completo y original lo puedes consultar en muyinteresante
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