¿Podemos, siendo adultos,
seguir produciendo nuevas neuronas en nuestro cerebro?
Hay cierta controversia en esta
pregunta, puesto que se trata de un campo nuevo de investigación. Este fenómeno
de producción de nuevas neuronas se
llama neurogénesis. Hasta no hace mucho se había creído que en la edad adulta
la neurogénesis ya no se producía.
Lo que sí se sabía es que el
hipocampo, una estructura gris ubicada en el centro del cerebro, es una zona
muy importante para la producción de la memoria y el aprendizaje, pero también
influye en los cambios humor y las emociones. Sin embargo, lo que se ha
descubierto más recientemente, es que es una de las estructuras únicas del
cerebro adulto donde se generan nuevas neuronas.
Estudios recientes han
demostrado que en el hipocampo todos los días nacen hasta 700 neuronas. Quizás
a algunos expertos no les parecerá mucho, teniendo en cuenta que poseemos miles
de millones de neuronas en nuestro cerebro, pero para cuando cumplimos 50 años,
habremos cambiado todas y cada una de las neuronas de esta estructura por
neuronas nacidas exclusivamente en la edad adulta.
Pero,
¿Por qué son importantes estas neuronas? Y ¿cuáles son sus funciones?
Pues sabemos que son muy
importantes, en primer lugar para el aprendizaje y la memoria, como ya hemos
dicho anteriormente. Los científicos han averiguado que si se bloquea la capacidad
del cerebro adulto de producir nuevas neuronas en el hipocampo, entonces
bloqueamos ciertas habilidades de la memoria. Esta característica se puede
apreciar especialmente en el reconocimiento visual espacial, por ejemplo para
recorrer las calles de nuestra ciudad, o para encontrar dónde hemos aparcado
nuestro coche en un parquing de un centro comercial. Pues es muy importante la
memoria de nueva generación, conectada con estas neuronas que aparecen nuevas.
Otro descubrimiento
importante sobre la neurogénesis es la relación que se produce con el estado de
ánimo, y más concretamente con la depresión. En investigaciones con animales
los científicos han podido observar que, en animales depresivos existe un nivel
menor de neurogénesis. Pero si les daban medicamentos antidepresivos,
observaban que se aumentaba la producción de estas nuevas neuronas y,
simultáneamente, se reducían los síntomas de la depresión. Se ha establecido de
este modo la vinculación entre la neurogénesis y la depresión. Por otro lado,
si los investigadores simplemente bloqueaban
de forma artificial la producción nueva de neuronas, entonces también se
bloqueaba la eficacia del medicamento antidepresivo.
En los tratamientos contra
el cáncer se administran medicamentos que inhiben la producción celular,
incluyendo las neuronas. Y se ha podido constatar que los pacientes tratados
con estos fármacos, tienen un alto nivel de depresión incluso después del
tratamiento. Ahora se piensa que esto sería debido muy probablemente, porque la
droga contra el cáncer detiene durante bastante tiempo la producción de nuevas
neuronas. Y lleva mucho tiempo después de terminar el tratamiento, el poder
generar nuevas neuronas que tengan funciones normales.
La
neurogénensis es importante, por tanto, tanto para nuestra memoria como para
nuestro estado de ánimo, así como en la prevención del deterioro cognitivo asociado
a la edad o al estrés.
Pero, ¿se puede controlar la
neurogénesis? La respuesta es sí. Y lo mejor de todo, lo podemos hacer todos y
cada uno de nosotros de forma individual, sin ayuda de aparatos ni nada que se
encuentre fuera de nuestro alcance.
Por ejemplo, se ha
demostrado que el entorno tiene un efecto en la producción de nuevas neuronas.
Con ratones de laboratorio se realizó un estudio. Por un lado había un ratón
control que no podía correr dentro de su jaula, por otro había un ratón que
tenía mucho espacio para correr. En el
segundo caso, el ratón experimentó un aumento mucho mayor de neurogénesis con
respecto al primero. De modo que la actividad física regular influye en la
nueva producción de neuronas.
Pero eso no es todo, también
se ha podido observar que dependiendo de lo que comemos, podemos producir una
mayor o menor neurogénesis. Hay nutrientes, así como pautas de alimentación,
que están científicamente comprobados que ayudan a fomentar la creación de
nuevas neuronas. El efecto de la comida en la salud mental, en el estado de
ánimo y en la memoria se encuentran mediados por las nuevas neuronas creadas en
el hipocampo. Pero no es sólo lo que comemos, sino también la textura de lo que
comemos, cuándo comemos y cuánto comemos. Al parecer, todo influye.
A continuación te mostramos
una sencilla tabla con las cosas que ayudan a favorecer la neurogénesis y las
que producen el efecto contrario:
Comidas
que aumentan la neurogénesis:
- Restringir el nivel de calorías ingeridas entre un 20 y un 30% aumenta la neurogénesis.
- El ayuno intermitente.
- Aumentar el tiempo entre comidas.
- Ingesta de flavonoides: se encuentran en el chocolate amargo y los arándanos.
- Los ácidos grasos Omega 3: pescado azul.
- Las comidas que requieren ser masticadas.
Comidas
que disminuyen la neurogénesis:
Comida rica en grasas
saturadas.
Consumo de alcohol
Las bebidas gaseosas
Aumentan
la neurogénesis:
Aprendizaje
Sexo
Hacer ejercicio, sobretodo
correr
Disminuyen
la neurogénesis:
Estrés
Falta de sueño
Envejecer a causa de malos hábitos
Así que ya sabéis, si
queréis mantener una buena producción de neuronas en la edad adulta, seguid
estos sencillos consejos. Además, os ayudará a sentiros mejor emocionalmente, de
modo, que siempre ganaremos.
Infografía factores que
favorecen o limitan la neurogénesis:
Muy interesante. Tengo 72 años y después de una tomografía el neurólogo me preguntó: Cuáles son los ejercicios que hace para mantener su cerebro similar a uno de 40 años? No supe qué contestar. Gracias.
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