Escrito por Daniel Ulloa Quevedo
Carl Gustav Jung nos da su
visión personal sobre el mundo de los sueños.
Desde la antigüedad hasta
nuestros días, diversas culturas han considerado los sueños como una puerta a
una dimensión mágica que permite predecir el futuro o comunicarse con espíritus
u otras entidades inmateriales. Muchas de estas creencias siguen haciendo parte
la cultura popular contemporánea aún en occidente.
En el año 1900 el creador
del psicoanálisis Sigmund Freud publica su libro La Interpretación de los
Sueños, introduciendo su estudio dentro de la ciencia moderna ya no como una
forma de comunicación con entidades metafísicas, sino como la expresión
simbólica del inconsciente de los individuos.
A partir de la investigación
pionera de Freud sobre los sueños, se desarrollaron metodologías y
conceptualizaciones relacionadas con el interior de algunas escuelas
psicológicas, como la psicología individual de Alfred Adler o la psicología de
la Gestalt; sin embargo la psicología analítica junguiana de Carl Gustav Jung
es probablemente la perspectiva que ha llegado a poner mayor énfasis a la
interpretación de los sueños como parte fundamental del proceso
psicoterapéutico. Veamos cómo se aborda el tema de los sueños desde esta
escuela.
¿Cuál es el origen de los
sueños?
En la psicología junguiana,
los sueños se consideran como productos de la naturaleza; emanaciones de
aquella fuerza creativa que se encuentra implícita en la conformación de las
células, en los tejidos de las hojas de los árboles, en nuestra piel y en las
expresiones culturales y artísticas. Se les atribuye por tanto una sabiduría
intrínseca que se expresa través de imágenes simbólicas.
Para el psiquiatra suizo
Carl Jung, creador de la psicología analítica, esta fuerza creativa hace uso de
las impresiones de la víspera, de los restos diurnos y de nuestras experiencia
vitales para construir las imágenes y las historias de nuestros sueños.
La matriz de los sueños: los
arquetipos de lo inconsciente colectivo
Según Jung, el planteamiento
freudiano de lo inconsciente como un reservorio de deseos sexuales reprimidos
no era suficiente como para dar cuenta de aquellos contenidos que no se
relacionan con la historia personal de los individuos.
Jung se percató que con
frecuencia en los delirios y alucinaciones de sus pacientes psiquiátricos, así
como en los sueños de las personas en general, emergían de manera espontánea
temáticas, historias y personajes que, una vez examinados e interpretados,
llegaban a guardar una similitud sorprendente con las narraciones mitológicas
que han acompañado a la humanidad en diferentes tiempos y lugares. Jung
argumentó que dicha similitud no puede ser siempre atribuida a un contacto
directo o indirecto entre el individuo y estas ideas durante sus actos
cotidianos, por lo que infirió que estos relatos y símbolos emergen de una
fuente creativa común, a la cual denominó lo inconsciente colectivo.
Los motivos típicos de las
narraciones mitológicas, de los delirios y los sueños son para Jung expresiones
simbólicas de patrones universales de comportamiento y significado que
heredamos los seres humanos como especie, a los que denominó arquetipos.
Los arquetipos se consideran
los correlatos psíquicos de los instintos biológicos y funcionarían como
mecanismos de autorregulación, integración y promoción del desarrollo psíquico.
Son vistos también como contenedores y transmisores de la sabiduría común a
toda la humanidad.
Los sueños como
representación del arquetipo del héroe
El mito arquetípico del
viaje del héroe (nacimiento humilde y milagroso, individuo llamado a una
misión, encuentro con el maestro, interacción con aliados y adversarios,
pruebas, lucha contra el mal, descenso a los infiernos, encuentro del tesoro,
matrimonio con la princesa etc.) que se encuentra en la estructura de muchas
historias antiguas y contemporáneas, se considera la manifestación simbólica
del proceso de transformación psíquica que todos los individuos se ven
impulsados a realizar lo largo de su vida.
Dicha transformación se
encamina al despliegue de los potenciales singulares de cada individuo, a la
vivencia de su personalidad más genuina, de su vocación, de su aporte singular
al mundo. El acompañamiento a este proceso de transformación, denominado
proceso de individuación, es el objetivo que se plantea la psicoterapia
junguiana.
Desde la teoría junguiana,
variaciones y fragmentos de la narración mítica del héroe se representan cada
noche en nuestros sueños por medio de la manera como los arquetipos se encarnan
en los individuos, estos es, los complejos afectivos.
Los sueños como
personificación de complejos afectivos
Los complejos son un
conjunto de ideas y pensamientos con una fuerte carga afectiva que se van
formando a partir experiencias personales relacionadas con la temática de algún
arquetipo. El complejo paterno, por ejemplo, se nutre de las experiencias
personales y singulares que hayamos tenido con nuestro propio padre y con otras
figuras paternales, siempre bajo el trasfondo del arquetipo del “padre”
universal.
Siempre según Jung, los
complejos son los elementos constitutivos de nuestra psique y se comportan como
sub-personalidades que se activan en determinadas circunstancias del mundo
externo o interno. Así, una emoción desproporcionada con respecto al contexto
(celos, ansias de poder, envidia, enamoramiento, miedo al fracaso o al éxito)
podría ser el indicativo de que estamos actuando bajo el influjo de algún complejo,
y que nuestra interacción con la realidad se encuentra mediatizada por este. La
intensidad en la activación de un complejo condiciona el grado de subjetividad
que proyectamos en las personas y las circunstancias externas en una situación
determinada.
El papel de los complejos
Los complejos tienen la
facultad de personificarse en nuestro sueños, y se constituyen según Jung en
los guionistas, directores, actores y escenarios de nuestro mundo onírico.
Mientras soñamos, podemos
entonces conversar un viejo sabio representado por algún profesor o maestra que
admiramos; nos confrontamos con nuestra sombra bajo el ropaje de algún conocido
o vecina que nos resulta irritante; recibimos una ayuda milagrosa de una
compañera silenciosa de la infancia. El arquetipo del chamán o sanador puede
estar representado por una médica o por nuestro terapeuta.
Tenemos relaciones eróticas
con héroes o heroínas contemporáneos. Atravesamos obstáculos, huimos de
asesinos, somos víctimas y victimarios; volamos, subimos montañas sagradas; nos
perdemos en laberintos, se nos destruye la casa en un terremoto, sobrevivimos
inundaciones, morimos y también a veces renacemos con otro cuerpo; volvemos una
y otra vez a la universidad o al colegio a presentar un examen de alguna materia
que nos ha quedado pendiente. Todas experiencias tan reales como las de la vida
en vigilia.
Se considera entonces que en
la mayoría de ocasiones los personajes y situaciones de nuestros sueños
representan aspectos de nosotros mismos que necesitan ser integrados y
reconocidos.
Una travesía constante
Desde la psicología
junguiana, los sueños son la dramatización de nuestro viaje a las
profundidades, en búsqueda de nuestro tesoro, de nuestro ser más genuino. Es en
una serie de sueños, más que en un sueño aislado, donde se muestran las
diferentes etapas de dicha travesía.
Además, Jung se percató de
que el proceso de transformación psíquica, además expresarse en el mito del
héroe, también tenía correspondencias en las descripciones de la transformación
alquímica, cuyas imágenes en ocasiones también emergían de manera espontánea en
los sueños.
¿Para qué sirven los sueños?
Según las ideas de Jung, los
sueños nos permiten acceder al significado simbólico y profundo de nuestras
experiencias vitales. Serían un símbolo, en el sentido de re-unión, de puente,
con las necesidades singulares de la psique, y por eso Jung creía que transmiten
caminos posibles de acción ante los cuestionamientos que han acompañado a la
humanidad desde sus inicios.
En la psicología junguiana,
el trabajo terapéutico con los sueños se plantea como una herramienta que ayuda
en la identificación de nuestros complejos y a su paulatina concientización.
Desde esta corriente se cree que trabajar con los sueños ayuda a reconocer
patrones de conducta y de relación que pueden estar siendo problemáticos.
¿Cómo actúan los sueños?
Para la psicología
junguiana, la psique funciona como un sistema auto-regulado con una tendencia
hacia el equilibrio de elementos contrapuestos (consciente-inconsciente,
luz-oscuridad, femenino-masculino) en estados cada vez más complejos e
integrados. Los sueños, al igual que cualquier otra expresión de lo
inconsciente, como los síntomas, poseerían una finalidad y una función al
interior de dicho proceso de integración y evolución psíquica.
Atendiendo a lo anterior, la
psicología junguiana no pone su foco de atención en el origen de los sueños,
por ejemplo algún deseo reprimido, sino en su finalidad. Es decir, se cuestiona
sobre aquello en lo que determinado sueño busca incidir en relación al
desarrollo psíquico de las personas.
Los sueños arquetípicos
Los sueños cuyas imágenes
arquetípicas son más evidentes y a los cuales se les dificulta hallarles
asociaciones personales fueron denominados por Jung como grandes sueños. Según
sus ideas, los grandes sueños o sueños arquetípicos suelen preceder
circunstancia vitales que implican grandes transformaciones cualitativas como
la adolescencia, la madurez, el matrimonio, una grave enfermedad o la muerte.
Los sueños arquetípicos en
ocasiones pueden guardan relación más con fenómenos colectivos que con la vida
subjetiva de las personas.
¿Cómo se interpretan los
sueños?
Una característica de los
sueños es que nos resultan confusos e irracionales. Sin embargo para la
psicología junguiana, los sueños no disfrazan, velan o censuran los contenidos
que transmiten, como lo considera el psicoanálisis freudiano, sino que expresan
conocimientos profundos, complejos y paradójicos que resultan inasibles a la
aproximación racional a través de las metáforas, analogías y correspondencias
de sus imágenes.
Por expresarse a través de
un lenguaje simbólico, se hace necesaria su traducción o interpretación. Jung
consideraba que los sueños cumplen su función aunque no los recordemos o
comprendamos, pero que su estudio e interpretación aumenta y acelera su
eficacia.
Más allá de lo literal
La interpretación de los
sueños implica una apertura a la conciencia simbólica, también llamada poética,
que posibilita el acceso a la dimensión profunda de los acontecimientos, tanto
del mundo interno como del externo, más allá de su literalidad. Esta idea se
mantiene a lo largo de las fases de la interpretación de los sueños que de
describen a continuación.
La contextualización
Teniendo en cuenta que lo
inconsciente se considera un factor de compensación de nuestras actitudes
consientes, el primer paso para interpretar un sueño desde la psicología
junguiana es la contextualización, que consiste en indagar sobre los
pensamientos, valores y sentimientos consientes del soñante con respecto a las
temáticas relacionadas con el sueño.
Las asociaciones
Posteriormente se procede a
identificar las significaciones y asociaciones personales que le evocan al
soñador las imágenes de su sueño.
El hecho de que las imágenes
de un sueño posean una significación individual de acuerdo con la historia
personal de cada persona, es motivo para que desde la perspectiva junguiana se
desaconseje el uso de los diccionarios de significados de sueños.
A pesar de que existen
motivos típicos en los sueños, estos deben ser abordados desde el contexto
particular de cada individuo. La significaciones esquematizadas, en vez de
ampliar la mirada comprensiva, la suelen limitar y literalizar lo que resulta
bastante tóxico.
La amplificación
La contextualización y la
identificación de las significados personales sienta las bases para escoger
material simbólico de la mitología, el folclore y el arte que puede ser
propicio para amplificar el sentido del sueño.
La amplificación consiste en
acudir a imágenes de la simbología universal relacionados con el sueño,
aportando significaciones que amplían el marco comprensivo de nuestros dramas
personales y que brindan posibles caminos de actuación basado en la experiencia
humana acumulada en miles de años.
Una síntesis
Posteriormente se procura
hacer una síntesis de las múltiples significaciones que han emergido durante el
proceso. Atendiendo al carácter polisémico de los sueños, las interpretaciones
se aportan como hipótesis tentativas que pueden ser más o menos confirmadas a
través de una serie de sueños.
El rol del terapeuta
Además de emplear
conocimientos en mitología, folclore, religiones comparadas y psicología de los
pueblos, Jung consideraba que para interpretar adecuadamente los sueños, los
analistas debían someterse a un análisis didáctico con el fin de que su propios
complejos no interfirieran en las interpretaciones de los sueños de sus
pacientes. La interpretación de los sueños es una actividad que se realiza
conjuntamente entre el analista y el paciente y solo tiene sentido en el marco
de dicha interacción.
En las primeras etapas de un
análisis junguiano el terapeuta suele tener un papel más activo en dicha
actividad, pero se espera que la apertura y permeabilidad hacia los contenidos
de lo inconsciente sea uno de los aprendizajes que van desplegando los
pacientes a los largo del análisis. La perspectiva simbólica que permite
comprender los mensajes de nuestros sueños se considera entonces un recurso con
el que pueden contar los pacientes una vez finalizado el proceso
psicoterapéutico.
Referencias
bibliográficas:
- Franz, M-L (1984). Sobre los sueños y la muerte. Barcelona: Editorial Kairós.
- Franz, M.-L. ., & Boa, F. (1997). El camino de los sueños: Dra. Marie-Louise von Franz en conversaciones con Fraser Boa. Santiago de Chile: Cuatro Vientos Editorial.
- Jung, C. G. (1982). Energética psíquica y esencia del sueño. Barcelona: Paidós.
- Jung, C. G. (1990a). Las relaciones entre el Yo y el Inconsciente. Barcelona: Editorial Paidós.
- Jung, C. G. (1991a). Arquetipos e Inconsciente Colectivo. Barcelona: Editorial Paidós
- Jung, C. G. (2001). Los complejos y el inconsciente. Barcelona: Alianza Editorial
Fuente: el post completo y original lo puedes
consultar en psicologiaymente
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